¿Es la impresión 3D en la arquitectura su futuro?
La historia de la impresión 3D es corta, más aún la impresión 3D en la arquitectura: se remonta al año 1976, cuando se inventó su prima hermana, la impresora de inyección de tinta. Poco después, en los años ochenta (parece que la impresión 3D es muy actual y no es así) algunos avances técnicos en los materiales de impresión transformaron la tecnología con tinta 2D en una inyección de materiales que hacía posible el 3D. Sí, impresiones rudimentarias en aquel entonces pero el inicio de una revolución que aún hoy en día sigue sorprendiéndonos cada día a todos los niveles.
Hoy en día la impresión 3D ya se usa en muchas industrias, tanto para crear las piezas de instrumentos complejos, pasando por elementos ortopédicos e incluso biológicos, hasta la impresión 3D en la arquitectura: puentes, escaleras, marcos, placas o fachadas están entre sus recientes desarrollos. ¡Y por supuesto las maquetas!
¡Y eso que estamos en una etapa primigenia de la impresión 3D en la arquitectura moderna! Pero hagamos un paréntesis y vayamos a la propia definición:
¿Qué es exactamente la impresión 3D aplicada a la arquitectura?
La impresión 3D es una tecnología que, a partir de datos de un modelo digitalizado, hace posible la reproducción de piezas en 3 dimensiones (tridimensionales) a través de un mecanismo de impresión por capas de diferentes materiales.
Y toda esta tecnología de inyección de materiales 3D aplicada a la arquitectura se basa en la reproducción y fabricación de maquetas y elementos constructivos, principalmente.
¿Cómo beneficia exactamente a un proyecto arquitectónico?
La respuesta que van aportando diferentes arquitectos sobre la impresión 3D en arquitectura se puede resumir en los siguientes puntos:
• La maqueta por impresión 3D se fabrica mucho más rápidamente respecto a las maquetas artesanales. Además, son maquetas que se pueden volver a producir, con correcciones, con costes mucho más bajos.
• Los clientes de las empresas de arquitectura obtienen una idea más detallada y realista del proyecto arquitectónico, de sus volúmenes, límites y proporciones.
• El coste de fabricación de ciertos elementos arquitectónicos puede llegar a ser muy bajo. Ya se ha demostrado que las características y cualidades de los materiales pueden ser igual de efectivos que los elementos fabricados de forma artesanal.
• La fabricación en serie es otra característica fundamental en la impresión 3D en arquitectura, y mejora su prestación si además se puede imprimir cerca del lugar donde se va a edificar o construir el proyecto.
• Libertad creativa en las propuestas, pues permite presentar ángulos más radicales en las maquetas y elementos más originales en la impresión de piezas o elementos de construcción.
¿Cómo se obtiene el modelo 3D de una maqueta para arquitectura?
Como sabes, las potentísimas herramientas o programas BIM, para el modelado de información de construcción, llamados en ingles Building Information Modeling, son capaces de producir un modelo digital tan detallado del edificio a escala, que casi no tendría errores espaciales, geométricos o de alzado.
El problema, hoy en día, es que no permiten obtener un modelo digitalizado válido para imprimir en 3D. Por lo tanto habrá que reinterpretar y rediseñar un archivo BIM para el 3D, antes de nada.
El motivo es que en este tipo de impresoras, los elementos arquitectónicos pueden disminuir de tamaño tanto (al disminuir la escala) que no son capaces de producir partes imprimibles.
Sólo dividiendo la maqueta y el modelo en varias partes podremos reducir la escala, reinterpretar los archivos y hacer posible su impresión. Y es que las impresoras 3D son infinitamente más eficaces y productivas, si imprimen un modelo o maqueta por partes.
¿Qué características debe tener una impresora 3D para arquitectura?
Hay muchas características, entre ellas el llamado “volumen de impresión” que básicamente determina el tamaño de las piezas que se pueden producir en un solo cuerpo.
Pero como hemos comentado en el punto anterior, si dividimos los modelos de una misma maqueta podremos aumentar la calidad y detallismo de los elementos impresos, puliendo y montándolos a posteriori. Otras características deben ser la conectividad y codificación adecuadas, su durabilidad ante el esfuerzo constante, la precisión y la generalidad de materiales que acepten. La atención al cliente o soporte técnico tampoco está de más valorarlas antes de elegir una u otra marca.
Si te ha parecido interesante la aplicación de la impresión 3D en arquitectura, este solo es el comienzo de un futuro prometedor y tecnológicamente revolucionario. En Paneles ACH apoyamos estas nuevas invenciones que aportan una larga vida al sector.