Bioarquitectura, la armonía entre el medio ambiente, las personas y sus construcciones 

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Bioarquitectura, la armonía entre el medio ambiente, las personas y sus construcciones 

La bioarquitectura es un enfoque multidisciplinar que combina diferentes disciplinas, como la arquitectura, el diseño y la ecología para conseguir una relación simbiótica entre la naturaleza y los edificios. 

En la bioarquitectura priman la armonía con la naturaleza y la sostenibilidad. Se trata de crear espacios habitables respetuosos con la naturaleza, y que fomenten la salud y el bienestar de los usuarios de los edificios.    

Principios de la Bioarquitectura 

La bioarquitectura rige por la idea de que la arquitectura puede coexistir de manera simbiótica con el medio ambiente. Para ello se rige por una serie de principios fundamentales que guían el diseño y la ejecución de los proyectos constructivos. 

Utilización de materiales naturales 

Este enfoque arquitectónico prima el uso de materiales constructivos presentes en la naturaleza: madera, cáñamo, paja, tierra, guadua, e incluso lana de oveja.  

Existe un especial énfasis en la utilización de materiales locales. Por un lado, por el ahorro de costos que implica usar materiales con gran disponibilidad en el entorno cercano del proyecto.  

Por otra parte, estos materiales tienen menor impacto ambiental en comparación con los materiales convencionales, por su origen natural y por el ahorro energético que implica el transporte al sitio de obra. 

Eficiencia energética 

Los proyectos bioarquitectónicos están diseñados para ofrecer una alta eficiencia en el consumo de recursos y en el gasto energético durante toda la vida útil de un edificio o instalación. 

En primer lugar, los proyectos consideran estrategias de diseño del enfoque “Passive House”, como la orientación adecuada de un edificio para maximizar el aprovechamiento de la luz solar y la ventilación natural.  

Del mismo modo, se aplican técnicas sencillas de sombreado para lograr un ambiente interior confortable y reducir la demanda de energía. 

Gracias a ese paradigma, al considerar la inclusión del edificio en su entorno de forma más favorable, se logra, sin mayor intervención, reducir la dependencia de sistemas de climatización artificial y minimizar el consumo de energía. 

En ese sentido, los proyectos de bioarquitectura constituyen diseños bioclimáticos al tener en cuenta el clima anual del entorno, las horas de insolación y los vientos predominantes.  

Gestión eficiente del agua 

El enfoque bioarquitectónico implica la creación de sistemas de recolección y el uso eficiente del agua de lluvia, así como el tratamiento y la reutilización de las aguas residuales.  

Por otra parte, el enfoque bioclimático incluye técnicas de diseño paisajístico que favorecen la infiltración del agua en el suelo. 

Bienestar de los habitantes 

La salud y el bienestar de los habitantes va más allá de evitar elementos constructivos tóxicos. El confort se basa en ofrecer un entorno que aporte comodidad higrotérmica, con buena calidad del aire, iluminación natural y control de la humedad. 

Por otra parte, la arquitectura bioclimática debe aportar bienestar y ofrecer a las personas un lugar donde vivir o trabajar libre de contaminación sonora y en contacto con la naturaleza. 

El paisajismo, sobre todo en entornos urbanos, busca crear una conexión armoniosa entre el entorno natural y los espacios construidos, integrando la arquitectura con la flora y fauna local. 

Debe tenerse en cuenta que las especies del ecosistema local son, precisamente, las mejor adaptadas a las condiciones ambientales del lugar, e idóneas para incluir en un proyecto de arquitectura bioclimática. 

Ejemplos de bioarquitectura en Colombia: edificación en guadua 

La construcción con guadua es una práctica ancestral que forma parte del acervo cultural colombiano. El bambú es empleado desde tiempos remotos por comunidades indígenas y campesinas por sus numerosas ventajas como material de construcción. 

La guadua es un recurso natural abundante en Colombia, especialmente en las zonas cálidas y húmedas de las zonas montañosas. Su crecimiento rápido y bajo precio la convierten en un material ideal para la bioarquitectura. 

La guadua es muy versátil, y encaja en una amplia variedad de proyectos de bioarquitectura: desde viviendas y puentes hasta mobiliario y elementos decorativos. Su ligereza, fuerza y flexibilidad permiten diseñar construcciones únicas y adaptadas a las necesidades de cada proyecto. 

La técnica de construcción con guadua ha evolucionado a lo largo del tiempo, y se han mezclado los sistemas tradicionales con las técnicas modernas.  

En la actualidad, existen arquitectos especializados en el uso de la guadua. Estos profesionales han llevado la técnica de la guadua al siguiente nivel, con nuevos métodos de tratamiento y preservación de la madera para mejorar su durabilidad y resistencia a factores como la humedad y los xilófagos. 

Respecto a la sostenibilidad, la edificación de guadua en Colombia se ha convertido en una alternativa de diseños de bioarquitectura frente a los materiales convencionales.